sábado, 27 de febrero de 2010

Fidelidad en la Comunicación

Equipo 4

Existiendo un propósito para la comunicación y una respuesta por producirse , el comunicador desea que su comunicación tenga alta fidelidad, la palabra fidelidad es empleada en el sentido de que el comunicador logre lo que desea.
Un encodificador de alta calidad es aquel que expresa en frma perfecta el significado de la fuente. Un decodoficador de códigos de alta fidelidad es aquel que interpreta el mensaje con una precisión absoluta. Al analizar la comunicación nos interesa determinar lo que aumenta oreduce la fidelidad del proceso.
Shannon y Weaver, al hablar de la fidelidad de la comunicación electrónica, introdujeron el concepto de ruido que lo definen como factores que distorsionan la calidad de una señal. Podemos ampliar el significado que tenemos del ruido para incluir en cada uno de los componentes de la comunicación factores que puedan reducir la efectividad.
Ruido y fidelidad son dos aspectos distintos de una misma cosa. La eliminación del ruido aumenta la fidelidad; la producción de ruido la reduce.
El programa básico relacionado con el ruido y la fidelidad es la posibilidad de aislar esos factores dentro de cada uno de los componentes de la comunicación, factores que son los que determinan la efectividad de esta.

Se han enumerado 6 elementos básicos de la comunicación:
Fuente,
encodificador,
mensaje,
canal
decodificador
receptor
Cuando nos referimos a una comunicación de persona a persona, la fuente y el encodificador pueden ser agrupados, como pueden serlo así mismo el receptor y el decodificador. En esta versión truncada del modelo la fuente encodifica un mensaje y lo coloca en el canal, de manera que puede ser decodificado por el receptor.

FUENTE ENCODIFICADOR

Una fuente de comunicación, después de determinar la forma en que desea afectar a su receptor, encodifica un mensaje destinado a producir la respuesta esperada. Existen, por lo menos, cuatro distintas clases de factores dentro de la fuente que pueden aumentar la fidelidad. Estos factores son:
a. Sus habilidades comunicativas.
b. Sus actitudes.
c. Su nivel de conocimiento, y
d. La posición que ocupa dentro de un determinado sistema socio – cultural.

HABILIDADES COMUNICATIVAS
Existen cinco habilidades verbales en la comunicación. Dos de estas son encodificadoras: hablar y escribir. Dos son habilidades decodificadoras: leer y escuchar. La quinta es crucial, tanto para encodificar como para decodificar: la reflexión o el pensamiento. Este ultimo no solo es esencial para la codificación sino que se halla implícito en el propósito mismo.
Existen, por supuesto, otras habilidades encodificadoras, como la pintura, el dibujo, la gesticulación, pero lo que hemos dicho con respecto a hablar y escribir puede extenderse también a las demás habilidades.
Como fuentes – encodificadoras, nuestros niveles de habilidad comunicativa determinan de dos maneras la fidelidad en nuestra comunicación. En primer término, afectan nuestra capacidad analítica en lo que respecta a nuestros propósitos e intenciones, nuestra capacidad para poder decir algo cuando nos comunicamos. Y en segundo lugar, afectan nuestra capacidad para encodificar mensajes que expresen nuestra intención..
Si hemos de escribir nuestro mensaje, es necesario que tengamos un vocabulario adecuado para expresar nuestras ideas, empleando aquellas palabras que expresen de la manera más clara lo que queremos significar. Necesitamos conocer la ortografía de las palabras de nuestro vocabulario para que el lector las pueda decodificar fácilmente. Suponiendo que poseamos el vocabulario, tenemos que comprender cuál es la mejor forma de combinar las palabras; Hemos de disponer las palabras de manera que el significado resulte claro.

Las Actitudes
El segundo factor lo constituye las actitudes de la fuente de comunicación. Las actitudes de esta comunicación afectan las formas en que se comunica.
Para cubrir nuestro propósito, podemos intentar definir una "actitud" de la siguiente forma: tenemos, por ejemplo a un hombre, el señor A, y un objeto X, podemos decir que el señor A tiene una actitud hacia X, si aquel demuestra cierta predisposición, cierta tendencia, cierto deseo, ya sea de acercarse o de evitar a X. En otras palabras podemos decir que el señor A asume una actitud hacia x si tiende a gustar o a no gustar de X, A querer o no querer juntarse con X, a identificarse con X o a disociarse con él.

Nivel de conocimiento.
Es obvio que el grado de conocimiento que posea la fuente con respecto al tema de que se trata habrá de afectar a su mensaje. No se puede comunicar lo que no se sabe; no se puede comunicar, con el máximo de contenido de efectividad, un material que uno no entiende. Por otra parte, si la fuente sabe " demasiado" si está "superespecializada".Puede equivocarse en el sentido de emplear sus habilidades comunicativas especiales en forma tan técnica que su receptor no será capaz de entender.

Este dilema está representado por el tan conocido argumento de cuanto debe saber un maestro para poder enseñar. Algunos aducen que no necesitan saber nada, que tan solo deben saber como enseñar. Otros sostienen que no necesitan saber nada sobre la enseñanza, que si dominan a fondo el tema que esta tratando se hallará en condiciones de transmitir su saber en forma efectiva. No hay duda alguna de que ambas posiciones, presentadas de ese modo son falaces. La fuente necesita poseer el tema que trata, y también a de saber como enseñar lógicamente.
La conducta en la comunicación es afectada por el grado de conocimiento que tiene sobre sus propias actitudes, por las características de su receptor, por las distintas formas en que puede emitir o tratar los mensajes, por los distintos tipos de elección que puede hacer con respecto a los canales de la comunicación.

Importancia del receptor
Si limitamos nuestra exposición a la comunicación efectiva, el receptor es el eslabón más importante del proceso de la comunicación. Si la fuente no llega alcanzar al receptor con su mensaje, es lo mismo que si se hubiese hablado a sí misma. Uno de los puntos más importantes de la teoría de la comunicación es la cuestión relacionada con el individuo que se halla en el otro extremo de la cadena de comunicación: el receptor.
Cuando escribimos, es el lector lo que importa; cuando hablamos es el que escucha. Esta importancia que tiene el receptor es un principio que sirve de guía para cualquier fuente de comunicación. El receptor deberá siempre ser tenido en cuenta en la toma de decisiones con respecto a cada una de los factores de la comunicación que hemos discutido

El Mensaje
El mensaje es definido como el producto físico verdadero del emisor – encodificador. Cuando hablamos, nuestro discurso es el mensaje; cuando escribimos, lo escrito; cuando pintamos, el cuadro; finalmente, si gesticulamos, los movimientos de nuestros brazos, las expresiones de nuestro rostro, constituyen el mensaje.
En este hay por lo menos tres factores: El código, el contenido y la forma en que es tratado el mensaje. Al hablar de código, contenido y tratamiento como factores del mensaje podemos hacerlo con respecto a dos cosas: a) los elementos de cada uno, b) la forma en que estos elementos se hallan estructurados

Elementos y estructura
No existe unidad fija ni sucesión de unidades a las cuales podamos referirnos en todo momento como estructura. Lo que consideramos elementos y estructura dependerá de nuestro propósito, de nuestro nivel de análisis.
La distinción entre elementos y estructura es importante cuando hablamos sobre varias cosas, incluso del mensaje.
Cuando analizamos el mensaje en la comunicación, podemos tomar en consideración su código, su contenido y la forma en que es tratado. Al tener en cuenta estos tres elementos de la estructura de un mensaje, podemos considerar las dos cosas: los elementos y la estructura del código, los elementos y la estructura del contenido, y los elementos y la estructura de la forma en que es tratado el mensaje.
Es imposible hablar de algo sin imponerle cierta estructura, sin nombrarlo, sin darle alguna forma.
Cuando aprendemos a distinguir y a nombrar los objetivos, aislamos unidades y la rotulamos como elementos objetivos. Luego juntamos en alguna forma estas unidades, es decir, las colocamos en una estructura.
Lo que es más importante en la comunicación: tener buenas ideas (elementos) o tener una buena organización ( estructura. Estos son argumentos sin sentido, puede decirse que ninguno existe separadamente.

Código del mensaje.
Esta puede definirse como todo grupo de símbolos que puede ser estructurado de manera que tenga algún significado para alguien. Los idiomas son códigos; cada uno de ellos contiene elementos ( sonidos, letras, palabras, etc.) que están dispuestos en determinados órdenes y no en otros.
Todo aquello que posee un grupo de elementos ( vocabulario) y es un conjunto de procedimientos para cambiar esos elementos en forma significativa ( una sintaxis) es un código. Si queremos saber si un conjunto de símbolos es un cogido, tendremos que aislar su vocabulario y verificar si existen formas sistemáticas para combinar los elementos.

Contenido del mensaje
Podemos definir el contenido como el material del mensaje que fuera seleccionado por la fuente para expresar su propósito.

Tanto el contenido como el código poseen ambas cosas elementos y estructura. Si tratamos de representar tres informaciones, es necesario hacerlo en determinado orden: una tiene que venir primero, la otra al final. Si tenemos que hacer cinco afirmaciones, debemos estructurarlas, es decir, imponerle uno u otro orden. Cada afirmación puede ser considerada como elementos de contenido. Las formas que elegimos para disponer las afirmaciones determina, en parte, la estructura del contenido.

Tratamiento del mensaje.
Al presentar un mensaje para expresar su propósito la fuente esta facultada para seleccionar una u otra información, uno u otro conjunto de afirmaciones o de evidencias. Puede disponer su contenido de una u otra manera, repetir una parte de éste, resumirlo todo al final, o bien omitir una parte y dejar que su receptor lo complete si este lo desea. En resumen, podemos definir el tratamiento del mensaje como las decisiones que toma la fuente de comunicación al seleccionar y estructurar los códigos y el contenido.

Al preparar un ejemplar para el diario, el periodista trata su mensaje en muchas formas. Selecciona un contenido que a su juicio habrá de tener interés para el lector, selecciona asimismo palabras del código que cree que el lector habrá de entender, y estructura sus afirmaciones, su información, en la forma en que imagina que el lector preferirá recibirla.

Una vez establecido su código y elegido su contenido, variará el tamaño de los tipos para hacer saber al lector que considera que algunas cosas son más importantes que otras. Pondrá algunos relatos en la primera página y otros en la undécima. Todas estas decisiones son del tratamiento. Son las formas en que la fuente elige encodificar su mensaje seleccionando ciertos elementos del código y del contenido, y tratándolos de una u otra manera, con uno u otro estilo.

Por lo tanto el tratamiento del mensaje se refiere a las decisiones que toma la fuente en cuanto a la forma de emitirlo, a las elecciones que debe hacer con respecto al código y al contenido, y, también, con respecto al método para emitir adecuadamente código y contenido.



1 comentario:

  1. SI SE TE OLVIDA TE MATO6 de marzo de 2010, 20:57

    NO VALE VERGA ESTE PINCHE BLOG YA PONGANSE A HACER BIEN LAS MAMADAS

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